«Después de trabajar varios años en el ámbito de la decoración me planteé un cambio y un reto»
Desde niña crecí con lo que en casa llamaban «el buen gusto».
Las plantas y las flores formaban parte de mi entorno como elemento decorativo y disfrute. En ese año de búsqueda me fui a vivir a Inglaterra. Estaba rodeada de jardines y flores, de verdes con infinitos matices y texturas, de paisajes hermosísimos.
Enseguida lo tuve claro… ¡Quería estudiar el maravilloso universo floral y todas sus posibilidades!
Terminé mi formación al regresar a España, supe entonces que había encontrado mi sitio y mi pasión. Me gusta el diálogo con las flores y así es como soy capaz de transmitir sensibilidad, creatividad y armonía en mis trabajos.
Dicen de mí que tengo buen gusto para combinar colores y formar, pero esto creo que no tiene mérito… solo hay que saber mirar en la naturaleza.