Las flores nos aportan belleza, color, alegría y nos decoran la vida.
Cuando trabajamos con ellas establecemos un lenguaje entre ambas partes y así es como aprendemos a mirar una flor, como es su tallo, que textura tiene, como es de protagonista, como utilizar la flor secundaria y los verdes, como combinar con otros materiales. Intentando crear así un espacio para desconectar y disfrutar. Todos tenemos un lado creativo y es hermoso poder sacarlo, si además nos llevamos a casa nuestras propias creaciones, el disfrute es aún mayor.